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Campaña ficción de las chorcolatas y asociados

Contextos  ✍  Por Gerardo Sandoval

El lunes 19 de este junio, hace una semana, Adán Augusto López Hernández arrancó su “campaña” en la búsqueda de la candidatura presidencial de Morena aquí en Puerto Vallarta y este lunes 26 hizo lo propio el ex canciller, Marcelo Ebrard. El primero incluyó un mitin masivo y el segundo prefirió darse baños de pueblo con visita al tianguis de Mojoneras, encuentros en privado con empresarios en Nuevo Vallarta y caminata por el malecón.

Parece ser que las corcholatas de Morena, y debemos incluir al nuevo “niño verde”, Manuel Velasco y al petista, Gerardo Fernández Noroña, se toman en serio la plaza de Puerto Vallarta. Este último, estará en la ciudad el jueves 13 de julio y sus seguidores le han confeccionado agenda completa incluyendo una sesión con periodistas.

Las cuatro “corcholatas” de Morena, y sus invitados, el verde y el petista, han salido a la calle para ganar popularidad y aparecer primero en una serie de encuestas que el partido ordena para erigirse entonces el candidato a suceder a Andrés Manuel López Obrador. Ellos atienden el llamado del partido tomado el domingo 11 de este mismo mes, un acuerdo que les autoriza recorrer el país hasta el 27 de agosto. El objetivo es ganar la encuesta del partido y ser ungido “Coordinador de la Defensa de la Transformación”, o lo que es igual, la candidatura a la presidencia de la República.

Bien, al arranque de las “corcholatas” de morena y asociados se desprendieron por decenas quejas en contra de los seis aspirantes por adelantarse incurrir en el supuesto de tomar una ilegal ventaja de cinco meses. Esa ventaja ni siquiera es respecto a los adversarios, sino más bien cinco meses de campaña anticipada, lo cual rompe con el sagrado principio de equidad.

La semana anterior, apenas Morena dio luz verde a sus aspirantes, el Instituto Nacional Electoral, a través de su Comisión de Quejas les leyó la “cartilla” de que si y qué no podían hacer. Si violentan la norma electoral corren riesgos de prohibirles luego el registro.

Sería Marcelo Ebrard el primero pisar sobre la raya de la ilegalidad al proponer la creación de la “Secretaría de la Cuarta Transformación” y fue más allá al proponer como futuro secretario de esa cosa, al Andy, el hijo de López Obrador. Hijo y padre no dudaron en agradecer tan gentil oferta y deslindarse de la idea del ex canciller, quien no obstante a la invitación del dirigente nacional del partido, Mario Delgado, de respetar ya ley y andarse con cuidado, mantuvo su “propuesta”.

El árbitro electoral, a través de su Comisión de Quejas, aunque con cierta tibieza ha hablado con claridad que lo no son tiempos de precampañas. Las precampañas deberán ser a partir de la tercera semana del lejano noviembre. Sin embargo, y en espera de resolver varias decenas de quejas interpuestas, el INE ha sido condescendiente con los del partido en el gobierno.

Las prohibiciones son las que se aplican a todos en general. No hablar de propuestas y reservarlas para los tiempos oficiales de campaña. No respetarlo, es realizar campañas anticipadas. No deben llamar al voto. No deben promover plataforma del partido, de Morena, del PVEM del PT del “changoleón” Noroña. La Ley Electoral, por su contenido, aplicará sanciones a quien ofrezca promesas electorales. La sanción a quien viole dichos lineamientos, es perder el derecho al registro.

En realidad, la ley los semiata porque todos esos personajes que le declaran lealtad a ciegas a Amlo, tienen derechos a movilizarse por todo el territorio del país. La restricción va mas allá de limita sus eventos a reuniones informativas con militantes y simpatizantes y dirigir un cuidadoso discurso, si pedir el voto y nada de promesas. Presumen que el gobierno federal de la 4t registra grandes logros, que de ser cierto será jugosa carnita parta convencer a los incrédulos.

De vez en vez, esas “corcholatas” lanzan sus dados contra sus opositores. Deberían tener cuidado. Las normas electorales establecen también que, no solo deben guardarse llamados a votar por ellos, sino también llamar a votar en contra de cualquier otro partido.

El INE los ha conminado a entregar por adelantado calendario semanal de sus actividades y reuniones y están emplazados a elaborar y entregar un control de gastos.

Recientes experiencias nos dice que por un peso gastado no reportado corren riesgos de anular un futuro registro. En Guerrero y Michoacán, el INE le “tumbó” candidato de Morena a gobernador. Los auditores suelen a veces ser implacables.

Las leyes son laxas en muchos aspectos pero también, si se trata de medios digitales como las redes sociales, existen muchos vacíos jurídicos. Hábiles como lo son, los políticos en campaña han sabido aprovechar esas lagunas legales para intensificar su” campaña” exponerse a los usuarios de las mismas.

En tanto son peras o manzanas, la oposición hace lo suyo y ha denunciado actos anticipados de campaña y se proponen lograr que el árbitro anule el acuerdo del Consejo Nacional de Morena. Tienen materia, aparentes evidencias para hacerlo. Los morenos están en camino a tomar cinco meses de ventaja a sus adversarios y eso a todas luces resulta ilegal.

Las quejas empezaron a caer el mismo lunes 12. Por desgracia nadie es optimista de que el INE ponga un alto a las corcholatas”.

Marcelo Ebrard sabe que el Instituto jugará con ellos y no se animará a sancionarlo. Por eso machaca su estelar propuesta de gobierno, la de crear la “Secretaría de la Cuarta Transformación”. La competencia interna de los morenos parece reducirse a una competencia de zalamería pura.

Revolcadero

De la cola y de bajada se traen al regidor Christian Eduardo Rosales Robles luego de ser boletinado a raíz de involucrarse en un “incidente” de vialidad. Es el tercer regidor de Morena y lo identifican como uno de los dos regidores que no le responden al “profe de los dieces”, Luis Michel, sino directamente a la diputada local, Yussara Canales y su coordinador de la fracción en el Congreso local, Chema Martínez. Los genízaros y mordelones no se la perdonaron al regidor Cristian Alonso «N», dizque por hacerla de influyente e intentar evadir la responsabilidad luego de un choquecito a espaldas de la colonia Guadalupe Victoria. Que trató de contactar a alguien influyente y sin salvo conducto pues su destino fueron las mazmorras municipales. El reporte oficial dice que nuestro flamante representante exhibía estado inconveniente, que se negó a dialogar con los oficiales de tránsito y también con policías y estos gentilmente se lo llevaron a pagar su respectiva a multa administrativa y solventar eventuales daños a terceros. Bueno, que se negó someterse al examen de alcohol.******* Los amigos metidos en el negocio de fabricar hielo viven una temporadita de jauja gracias al calor. Que mantienen sus fábricas trabajando al máximo para atender pedidos de Guadalajara donde las altas temperaturas han hecho estragos y se ha elevado el consumo del hielo. Por lo menos las hielerías Puerto Alegre, la del callejón Polo Norte, y Bajo Cero, a un costado de Banús, sus trabajadores reportan estar trabajando horas extras y máquinas a toda potencia para atender pedidos de la zona metropolitana de Guadalajara.******* Meses atrás, el que dice llamarse Carlos Gustavo López Guzmán, pero mejor y mucho más conocido como “el Pavín” lanzó la promesa en público de asesorar hasta lograr la pensión de una voceadora de periódicos y revistas. Semanas atrás le cumplió a Maritza Añorve. El negocio del Pavín es trabajar la gestoría y asesoría de las pensiones y nos aseguran que es un mago en ese campo. Y nos demostrará si es cierto que se las come ardiendo. Pero más bien, no nos distraemos en él por su vasto conocimiento en pensiones, sino porque el muchacho está decidido a retomar la carrera del servicio público, de la política. Recodemos que el pariente de Miguel Guzmán y “los kalimanes” del Pitillal, ya probó la miel cuando la hizo de asistente de Salvador González Reséndiz pero éste ingrato lo bajó del barco cuando amarró la candidatura y se perfilaba a ser alcalde. Esa su primera experiencia casi lo trauma; pero se ha levantado y amenaza con hacerla en grande. Nosotros le echaremos porras. Total, apostamos poco.